De niña mi abuela me decía una frase cuando deseaba mi atención: "escucháme, no me oigas",después me explicaba que oir es el ruido,el bullicio,el sónido de la calle,de la gente que habla. Oir según mi abuela iba de la mano con no prestar atención. Escuchar erá todo lo contrario,contrario a oir,me explicaba que cuando escuchamos prestamos este sentido enfocándonos en detalles, así escuchamos entonces las olas del mar, la música, aquél arrullo de nuestra madre que ya no recordamos, la voz de algún recuerdo dentro del cofre de tu corazón; escuchamos entonces en el silencio de la noche a los grillos y sus sinfónias sobre el verde del jardín y a la lluvia que cae sobre la ventana cuando así deseas escucharla.

 Pienso entonces que con nuestros ojos pasa algo similar. Miramos y observamos, observamos y miramos. Es tan sencillo explicarlo, basta con el despertar de cada mañana, justo cuando el telón de la vida:nuestros párpados, nos muetran con luz que el descanso terminó. Cuando por costumbre lavamos nuestros dientes, nos ponemos nuestro traje de gala para asistir al vals de la vida,preparamos el café o el desayuno,caminamos,corremos o manejamos rumbo a alguna parte. Miramos a nuestro rostro en un espejo, observamos entonces que todo este bien en nuestro disfraz. A mi me gusta voltear por el espejo retrovisor del coche y observar a mis hijos, si notan que lo hago sonrio y ellos corresponden. Observo también el horizonte, por seguridad y si hay tiempo como el rojo de los semáforos que no son intermitentes, en el rojo intenso y fijo de la luz tomo una pausa; ahí están las aves en cantidades, posiciones, distancia entre ellas siempre distintas. Diferentes las del lunes a las del martes,parecidas a las jueves y totalmente opuestas a lo solitario del domingo. Supongo que no soy la única persona que las observa, supongo que soy un poco rara, supongo que no me importa y supongo que es lo lindo de la vida: vivir apreciando esas pequeñas cosas que siempre tenga la capacidad de no dejarlas ir de paso. Vivir escuchando y observando lo que me hace feliz.